viernes, 22 de julio de 2011

Consejos de salud.

Levanten la mano los que son médicos (de humanos) aquí, por favor....
Todos hemos ido al médico y hemos escuchado pacientemente los consejos de salud que tenemos que seguir, si queremos no morir mañana. Si a eso le aumentamos los consejos "de salud" que abundan en la televisión y las revistas, si queremos seguirlos al pie de la letra, vaya..

Por ejemplo: dicen que diario debemos comer una manzana por el hierro, un plátano por el potasio, una naranja para la vitamina C, medio melón para la digestión y una taza de té verde (sin azúcar), por los antioxidantes. Ah! Y tomar dos litros de agua (glu, glu), mismos que luego tendrás que orinar y que te llevará el doble de tiempo del que te llevó tomarlos

También hay que tomarse un Activia o Yakult para los "L. Cassei Defensis", o tendrás el abdomen del tamaño de un balón (verde, según la tv). Diario, una aspirina y un vaso de vino tinto, para prevenir los infartos. Otro vaso de vino blanco, para el sistema nervioso. Y una cerveza. La cerveza no recuerdo para qué era, pero si te tomas todo eso como dice, por más que te dé un derrame, ni cuenta te vas a dar.

Todos los días hay que comer fibra, muchísima. Tanta, que si lo hacemos como dicen, pronto vamos a aprender a defecar suéteres. Hay que hacer de 4 a 6 comidas livianas al día, sin olvidar de masticar 100 veces cada bocado. Sumando todo, son como 5 horas solo en comer. ¡Y no te olvides de lavarte los dientes, después de cada comida! O sea, después de la manzana, del plátano, del Activia, del vino... Sin olvidar tampoco pasarte el hilo dental -por aquello de la fibra entre los dientes-, tu masajeador de encías y tu buche de Plax.

Sacando cuentas, vale más meter un equipo de sonido al baño (amplio), porque voy a tener que pasar muchas horas ahí, nada más en los dientes.

Hay que trabajar 8 horas y dormir otras 8, más las 5 que te llevará comer, ya son 21. Quedan 3 (si no hay imprevistos). Según las estadísticas, vemos 3 horas diarias de televisión, pero ya no puedes, porque tienes que caminar 30 minutos diarios (¡tu corazón!) ¿Y la familia? ¿Y las amistades? También aconsejan cuidarlas, porque son como una planta que se muere si no la riegas a diario... Además, hay que estar bien informado. ¡Hay que leer! Libros, periódicos, y si vas a la escuela, tareas y cosas de esas. ¡Y Twitter y FB!

También necesitamos (dicen), sexo diario, pero sin caer en la rutina, eso sí. Hay que ser innovador, creativo, ¡renovar la seducción! Eso lleva su tiempo. ¡Y si es sexo tántrico, pfff! (Por cierto, te recuerdo, después de cada comida, hay que cepillarse los dientes). También hay que hacer tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, el perro, los autos, cuidar las plantas (¡las plantitas!)... ¿hijos?

Ufff... Sacando cuentas, el día no termina de ajustar, ¿cierto? ¿Qué hacer? Aquí algunas ideas para cumplir con todo. Chequen.

Te metes a bañar con agua fría y con la boca abierta, así te tomas, de una vez, los dos litros de agua. Ah, y ya estando, orinas ahí mismo. Sales del baño con el cepillo de dientes en la boca, haciendo el amor (tántrico, obvio) a tu pareja, mientras ambos miran la TV o leen. Con la toalla, trapeas el piso, claro. ¿Una mano libre? Llamas a tus amigos. ¡Y a tus padres! Tómate el vino después, para la impresión.

El Yakult con la manzana te lo puede dar tu pareja, mientra se come el plátano con el Activia, y mañana cambian. Es que la rutina, ¿sabes? ¡Y menos mal que ya crecimos!, o tendríamos que incluir un Danonino Extra Calcio, o nos quedaremos enanos y con huesos quebradizos.

Y si te quedan un par de minutos extras, no olvides dar RT en Twitter a éstos consejos para los amigos (hay que regarlos, como las plantitas). Mientras, tomas una cucharadita de All Bran, eh.

Y ahora los dejo, porque entre el Yakult, el melón, la cerveza, el primer litro de agua y la tercera comida, urge ir al baño. Y de una vez me llevo el cepillo de dientes y le hago una llamada sexosa a mi novio (¡Hola, Pichón!) para reavivar la llama de la pasión.

lunes, 18 de julio de 2011

Primer Contacto.

Ayer pensaba en cómo se siente recibir a un recién nacido, en una sala de parto. Solo lo puedo describir como magia. Recordé aquella vez que comprendí que mis manos, mi voz, mi tacto, sería ese primer contacto con el Universo, y sentí pánico. Yo era la mujer que iba a presentarle el mundo, y decidí cantarle. Decidí limpiar con suavidad, con caricias ese cuerpecito ensangrentado, trémulo de frío, asustado. La vida ya lo llenará de mierda después. Me disculpé de antemano, por mentirle. Le dije que el mundo no era tan malo, que su llanto era injustificado. Que valía la pena vivir. Casi lloro con él. Un hombrecito, futuro padre, cabeza de familia. Yo sería esa primera mujer en tocarlo. Tenía que dar una buena impresión. No hay cosa más hermosa, más inocente y más sublime, que un recién nacido.Si todos lo reconociéramos, ese primer contacto, tendría que ser una fiesta con música de Bach, aromas de flores, abrazos y besos.




Isabelle Cigarras.